MARIA FRANCISCA TONINA
María Francisca Teresa Tonina, conocida como Bernardita,
paso sus días de adolescente en su Chajarí natal, en Entre Ríos, y las dudas
entre estudiar medicina o convertirse en monja. La vocación religiosa pesó más
en ese momento, se formó en la comunidad de las Hermanas Franciscanas de Gante,
pero años después, su viejo amor por la medicina volvió a aparecer. Entonces,
la hermana Bernardita le pidió permiso a la superiora de la Congregación de
Hermanas Franciscanas de Gante, en Paraná, quien le respondió: Es su vocación,
hágalo. Viajó a estudiar a Buenos Aires y se recibió en sólo cinco años, y así
ampliar su servicio solidario para con los más necesitados. Realizó pasantías en lo que pensó que sería más útil:
lepra, enfermedades infecciosas, partos, neonatología y pediatría.
Su dedicación fue exclusiva hacia los enfermos,
prestando servicio médico en una misión de paz en Ruanda (Africa).
Bernardita sobresalía por su humildad, sencillez y
alegría con que transitaba sus días.
Fue una de las fundadoras del Movimiento Mundial
para la Salud de los Pueblos Pobres, encaminado en 1990 cuando un grupo de
religiosas insertas en el mundo y cuyos trabajos estaban relacionadas con el
cuidado de la salud, se autoconvocaron para tratar específicamente las
condiciones de salud de la población más pobre.
Su lugar en el mundo estaba en Las Lomitas, un
pueblo de Formosa, donde se ganó el corazón y el respeto de los pobladores
aborígenes wichis o Pilagás y donde dejó todo lo humano que supo ser y lo
material que pudo conseguir, para mejorar la salud y calidad de vida de los
habitantes.
( Esta es la cestería construida por Wichis y Pilagá, de la
provincia de Formosa: Las Lomitas, Donde estaba la Hermana
Bernardita Tonina)
Trabajaba en un hospital todos los días, curaba con
remedios, y nunca se olvidaba de regalar palabras cariñosas, eso también cura y
los domingos los dedicaba a su congregación, con la que compartía una casa con
escuela y hogar de niños.
Por su tarea incansable y solidaria fue designada
Médico del año 1997. Su corazón estuvo durante décadas en
Las Lomitas, Formosa, donde desempeño una labor humanitaria extraordinaria.
La hermana
Bernardita, merecedora del premio al médico del año en Argentina, en 1997, por su tarea incansable y solidaria.
Falleció en Paraná, ciudad a la que había regresado
hace un tiempo porque estaba enferma, y partió el 9 de Mayo del año 2020, a los
85 años.
